Parte Segunda - El Turismo como Fenómeno de Masas (Temas 5-7)
El índice de progreso en las tasas de
viajes turísticos en la época de vacaciones no se ha producido de una forma
rápida ni continuada. Así, hacia 1950 en los países desarrollados el fenómeno
del turismo no estaba extendido, además en el caso concreto de Japón, no
existía aún una palabra que designara de forma precisa este hecho. En el caso
de Francia por estas fechas la tasa de las personas que salían a conocer
lugares nuevos no llegaba al 20% de la población total. Pero a partir de la
segunda mitad del siglo XX empieza a cambiar de forma rápida, de este modo la
tasa de turistas va en progresión creciente: en 1961 se fija en un 37%, en 1971
sube al 50% y en el año 83 la tasa se sitúa en un 58%. A partir de esta fecha,
la tasa de crecimiento se estabiliza alrededor del 60%. A pesar de la
progresión que se produce, el turismo entendido como tal, no es una práctica
generalizada en la población. Lo que sí se producen son pequeñas salidas
durante el fin de semana y en especial el domingo.
Los lugares cuentan con recursos
naturales, que constituyen un atractivo esencial a la hora de ser visitados.
Pero esta realidad no puede tomarse de forma absoluta, ya que el desarrollo
histórico de las sociedades suscitan cambios en los gustos de los turistas.
Asimismo, este cambio en los gustos por un determinado lugar está estrechamente
relacionado con las corrientes socioculturales. Los cambios que se producen a
partir de la Segunda Guerra Mundial, hace que se valore el cuerpo, naciendo de
este modo el turismo que se dirigen a la costa. Del mismo modo, las actividades
deportivas entran en el turismo como un aspecto lúdico muy mediatizado y a la
vez practicado sobre todo en vacaciones y los fines de semana. Por otra parte,
a partir de 1968, se empieza a tomar interés por el turismo rural y todo lo que
trae consigo. En la actualidad, hay una corriente generalizada a la búsqueda de
lugares que nos hagan soñar. En este sentido, nacieron los Parques Temáticos
que hacen que los visitantes se evadan de sus obligaciones, ya que proyectan al
turista un mundo artificial.